sábado, 5 de marzo de 2022

Lenteja

 


Lenteja

Tan abajo estaba que no supe definir si debía resurgir, agotada de levantar el ánimo para devolverme mi propia autoestima. Vagando por habitaciones a medio calentar, con ese regusto de esperanza que deja haberlas tenido llenas de vida y alegría. Con la piel siempre erizada, temblorosa, desafiando esta nueva forma de vivir.

Sola, después de tantos años, bajo su pequeña dictadura. Llena de torturas emocionales y mentales. Esperando su perdón. Sintiéndome la culpable de cada decisión errónea que, tarde o temprano, acabaría en el ineludible zarandeo. Asida por las muñecas, denigrada por esa fuerza que me impedía hasta llorar.

Así de pequeña era yo entonces, una diminuta lenteja, sin presente y con pocas papeletas para el futuro. Enganchada a teleseries que me transportaban lejos, muy lejos de allí. Aferrada a ese mando que me devolviera un pedacito de poder e ilusiones. Caracterizándome en personajes ficticios que eran mucho más valientes que yo. Cubierta por una manta que me proporcionaba una coraza artificial, pero que me hacía sentirme segura.

Hoy, después de haber germinado, esa pequeña semilla de legumbre ya luce resplandeciente. Ha aprendido a ser como aquellos actores que jamás se rendían, dejando de lado el victimismo, permitiendo crecer su orgullo y enfrentándose a ese tipejo que se creía su amo.

Aquella mujer era otra, hoy solo soy yo, sin nada que esconder y con todo por ofrecer.



JYDC (Sin palabras mudas)


1 comentario:

  1. Genial escrito, creciendo desde la primera palabras hasta llegar a la última frase donde se condensa todo el significado del texto. Muy bien escrito. Te felicito :)

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