MICRORRETO: LOS COLORES
Déjate influir por la psicología del color y escribe un
texto con las siguientes características:
Difuminada
Cuando miro las
perchas que cuelgan en mi armario, siento rabia. Han mudado la piel al mismo
ritmo que lo ha hecho mi corazón. No sé exactamente en qué momento la gama de
colores se fue apagando; ahora la oscuridad es la que absorbe lo que me rodea,
como si fuera un agujero negro. Despierto convencida de que, si rebusco entre
las prendas, hallaré alguna que me permita volver a ser la chica alegre y
decidida de hace unos meses. Una que me conceda el deseo de regresar a la
entrada del instituto con la mirada asustada por la emoción de comenzar una
nueva experiencia y de hacer las cosas de manera diferente.
Siempre
consideré que las pinceladas que definían mi personalidad serían el sello
perfecto para formar parte de una pandilla, pero el rincón más alejado del
bullicio en el patio es el lugar más seguro para llorar sin lágrimas. No vaya a
ser que me vean y tenga que volver a escabullirme entre los de bachillerato,
protegida por su altura y corpulencia. Esto de ser novata con “sello escarlata”
me está superando. ¡Cuánto daría por regresar atrás y quitar una vela de la
tarta! Volver a mi clase de 6º A y a la inocencia de ser feliz.
No sé por qué le
doy tantas vueltas; al final, haré lo mismo de todos los días: elegir una
camiseta, preferiblemente colorida, unos pantalones vaqueros y recogerme el
pelo con una goma rosa.
¡Me
enfrentaré a los “fantasmas” multicolores!
Julián García
Gallego (Sin palabras mudas)
Potente y vivido. El color como amenaza, como marginación, como refugio, como defensa. Gracias y un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Fernando. Has captado perfectamente lo que deseaba transmitir. Estos retos literarios son una excusa perfecta para darle vueltas un poco a nuestro mundo interior. Un abrazo.
EliminarHola, Julián, ¡qué alegría verte por el Tintero! Muchas gracias por animarte a participar. Te ha quedado un muy buen relato donde tu protagonista debe enfrentarse a los fantasmas de colores del Instituto (créeme cuando te digo que hay muchos, te lo digo por experiencia). Bien narrado y argumentado, el principio está genial.
ResponderEliminarEspero que sigas participando en las iniciativas del Tintero, ¡bienvenido y gracias!
Un abrazo. :)
Estaba deseando meterme un poco en tu mundo; me tienes admirado con la pasión con la que vives la literatura y, por supuesto, con la energía que tienes para no parar ni un segundo de poner en marcha proyectos. Hay gente que tiene ideas, montañas de ideas, pero tú no permites que se queden en un baúl cerrado, amarilleando por el paso del tiempo. ¡Enhorabuena por todo tu esfuerzo! Eres una guindilla en semejante parte. Eso sí, con todo el cariño del mundo.
EliminarHola, Julián, bonito y colorido relato, donde dejas ver esas inquietudes que le roban la felicidad a una preadolescente, una edad preciosa de cambios y también muy retadora, en la que la mente aun no comprende las cosas desde una perspectiva más adulta, por lo cual, nos roba esa infancia adorada que queríamos sobrepasar sin saber el precio a pagar.
ResponderEliminarMuy apropiado el título y bien lograda esa imagen, pues sirve de apoyo al micro donde narras inconvenientes de esa transición de etapas de vida.
Me encantó leerte. Feliz año.
Hola, I. Harolina. Me encanta tu reflexión sobre el relato. Por lo que he visto, tu mensaje viene desde el otro lado del océano Atlántico; ha tenido que surcar los mares para sacarme una bonita sonrisa. Mil gracias. Vives en una tierra preciosa, muy afín con mi pasión por el agua y las temperaturas cálidas. Un abrazo enorme.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, Julián. Espero que tu micro sea el primero de los muchos que aparezcan por este Tintero que nos tiene atrapados, porque tu estreno me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuenta con ello, me ha costado empezar, pero estoy convencido de que es el primero de muchos. Un abrazo enorme, y mil gracias.
EliminarPor supuesto, haré todo lo posible por participar. Y muchas gracias por haber dedicado unos minutos a la lectura de micro relato.
ResponderEliminarUna difícil etapa la adolescencia, que se caracteriza por intentar encajar con el resto, aunque tengamos que vestir "colores" que no son los nuestros y hacer ver a los demás que nuestra vida transcurre feliz cuando sentimos todo lo contrario! Muy descriptivo y real tu micro! Un abrazote!
ResponderEliminarSin duda, así es lo que nos rodea, y hay edades en las que no estamos preparados para la realidad de un mundo, en ocasiones, tan cruel. Un abrazo, mil gracias
EliminarHola Julián.
ResponderEliminarUn retrato vívido y muy bien descripto, donde nos muestras la difícil adolescencia y el deseo o necesidad de encajar con los demás, aunque tengamos que usar colores que no nos representan o hagamos ver que nuestra vida es feliz, tapando la realidad, que transcurre muchas veces, tristemente. ¡Muy buen relato!
Un saludo.
Marlen.
Adolescencia, fantástica y caótica, y añorada cuando se aleja en el tiempo. Marca senderos por los que transcurriremos durante nuestra vida; lo peor es que no somos conscientes de en qué medida nos influye. Un apretado saludo.
EliminarPrecioso el relato que muestra una situación dura que viven muchos adolescentes. La adolescencia es dura por sí, pero ya cuando hay marginación tiene que ser terrible. Colores para enmascararse, colores para destacar. No se sabe qué es mejor en ciertas situaciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Rosa. La adolescencia es una parte esencial para forma nuestra personalidad y si no eres capaz de reconducir los sentimientos, puedes acabar en un laberinto durante mucho tiempo. Un abrazo, Rosa.
EliminarHola Julián, un gusto leer tu participación para el reto de El Tintero. Muy bien transmitido ese sentimiento adolescente de sentir que uno no encaja a pesar de todos los esfuerzos por camuflajearse con el entorno. Y bueno, no siempre es privativo de cuando somos jóvenes, también se experimenta ya mayores, aunque creo que ahí estamos mejor equipados para enfrentarlo. Enhorabuena, saludos.
ResponderEliminarComparto contigo esa visión; suele suceder a edades en las que todavía nos estamos formando como personas, pero es tan real para los adultos y, si cabe, hay quien no es capaz de reconducir esa sensación. Un abrazo, Ana.
EliminarQué difícil puede ser a veces esa etapa de la vida y cuántos fantasmas hay que enfrentar. Un micro donde plasmas muy bien esa sensación de desamparo y soledad que la protagonista intenta disfrazar. Estupendo, Julián.
ResponderEliminarLLevas razón, Marta. Las dudas de cuando no estás seguro de ti mismo son horribles. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
EliminarHola Julián. El paso de la niñez a la adolescencia es siempre complejo, el abandono de la inocencia, la necesidad de ser aceptado en un mundo que no siempre es acogedor, en el que el parecer es tanto o mas importante que el ser. Todo ello simbolizado en el cambio del colegio al instituto, expresando los estados de ánimo a través de los colores que van conformando la personalidad de la chiquilla. excelente micro. Un saludo.
ResponderEliminarLLevas toda la razón, Jorge. Época de tormentas emocionales, en donde se mezclan tantas nuevas experiencias que son complicadas de reconducir. Un abrazo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Julián, muy buen micro, tan bien narrado que se puede sentir esa angustia adolescente al ser la nueva, de intentar ser aceptada, muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
PATRICIA F.
Gracias, Patricia. Cuando lo escribía, sentí el sufrimiento de una amiga íntima que lo pasó bastante mal durante una época; aquello pasó, pero aún hoy, lo mencionamos en alguna conversación. Un abrazo.
EliminarHola Julian, que dificil se hace a veces encontrar el lugar y los cambios. Muy bien escrito. Un saludo.
ResponderEliminar¡Hola Julián! Potente y colorido micro que nos pone rápidamente en la piel de la adolescente protagonista. Qué difícil es esa época y cuantos miedos e inseguridades nos genera. Pero parece que tu personaje será capaz, a través de esas camisetas de colores, de enfrentarse a todos esos nuevos retos que le esperan.
ResponderEliminarUn saludo y espero que sigas participando en futuras ediciones del reto.
El camino es complicado; la sociedad es cruel en algunas ocasiones y formar nuestra personalidad es la clave. Un abrazo enorme, Rocío.
EliminarYo tambien era de 6ºA, y en colegio nuevo. Difuminarsees lo que desean los adolecentes , integrandose en los grupos, luego se ve que noes tan bueno, tampoco tan malo. Cuando se abandona la adolescencia te das cuenta de que te estas haciendo viejo.
ResponderEliminarAbrazooo
Hola Julián,
ResponderEliminarMe ha encantado leerle y espero seguir haciéndolo.
Tu relato describe muy bien lo que hemos sentido muchos en esa edad tan frágil en la que tantas veces nos hemos sentido entre la espada y la pared. Por un lado, buscamos ser nosotros mismos y encontrar nuestro propio sendero, pero por otro, tememos demasiado que nos consideren "diferentes" o "raritos" y que nos discriminen por ello. Difuminarse entre los demás para evitar ser el blanco de sus miradas y de sus críticas es una opción que nos permite sobrevivir a esos años de hormonas desbocadas y sensibilidades a flor de piel. Aunque luego sintamos que nos estamos traicionando a nosotros mismos al no atrevernos a vestirnos y a comportarnos como realmente nos apetecería hacerlo.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por tus palabras. Creo que en este tipo de microrrelatos es complicado encapsular todos los sentimientos que uno desea expresar; sin embargo he conseguido que los que habéis leído el relato lleguéis a empatizar con la protagonista. Un abrazo enorme, ha sido un placer participar.
EliminarEs que si se combinan ciertos miedos con repentinas edades y colores vivos las cosas se nos escapan de las manos, ya no te digo si esos colores van perdiendo su tonalidad.
ResponderEliminarGenial relato, Julián.
Un abrazo